Para los cristianos, el día más alegre de la Semana Santa es la Pascua, es decir, el Domingo de Resurrección. Y la tradición lo transforma en un día goloso y divertido, con la búsqueda y el disfrute de huevos coloreados o de chocolate y, en algunos países, sobre todo europeos, la decoración de huevos cocidos.
En Latinoamérica, desde hace décadas, la tradición ha sido regalar huevos de chocolate a los niños el domingo de Resurrección, y disfrutar de su ilusión al descubrir la sorpresa que lleva dentro, que suele ser un pequeño juguete o golosinas. En Venezuela se ha sumado, recientemente, la costumbre estadounidense de buscar en el jardín huevos plásticos con sorpresas y reunirlos en una cesta.
El belga Brian Van Den Broucke, maestro chocolatero de La Praline, cuenta que en Venezuela es cada vez más arraigada la costumbre de regalar figuras y huevos de Pascua.
La razón por la que se vincula la Pascua con los huevos es porque de ellos emerge vida y simbolizan la Resurrección de Jesús y el rompimiento del sepulcro. Pero la costumbre de hacerlos parte activa de la celebración tiene que ver, curiosamente, con una prohibición de la iglesia en la Edad Media.
La cuaresma es una época de ayuno y abstinencia para los cristianos. Por ello, como parte de los sacrificios que los fieles debían cumplir, y según cuenta el portal católico Catholic.net, el papa Julio III prohibió consumir huevos durante esos 40 días. Así que el Domingo de Resurrección, cuando se levantaba la veda, los cristianos comían huevos casi con frenesí, y los decoraban para regalarlos a sus amigos.
Varios siglos más tarde, en el XVII, sigue contando Catholic.net, el papa Pablo V bendijo al humilde alimento en una plegaria, quizás para resarcirlo de la prohibición decretada en el siglo IX. Desde entonces se puede comer huevo en cuaresma pero se sigue manteniendo la costumbre de celebrar la alegría de Pascua con ellos.
La era de los huevos de chocolate
¿Y el chocolate cuando apareció? Cuenta la página oficial de la marca francesa Valrhona, que con el abaratamiento del procesamiento del cacao, que ocurrió luego de la era industrial, a algunos pasteleros se les ocurrió la idea de vaciar los huevos y rellenarlos con chocolate.
Y, desde entonces, la imaginación no paró y pronto empezaron a elaborarlos solo de chocolate, y a crear figuras como pollitos, gallinas, conejos y cestas.
La Pascua es alegría y ya sabemos que el chocolate es una de las mejores maneras de generar felicidad.