Los héroes sólo quieren divertirse: “Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones”


En dos o tres escenas de “Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones” de John Francis Daley y Jonathan M. Goldstein, Edgin (Chris Pine), intenta solucionar todo lo que ocurre con una canción. Echa mano de su laúd (o de cualquier objeto que pueda producir sonido) y se toma unos críticos segundos para improvisar. Lo cual conduce, de inmediato, a un nuevo giro de la misión que lleva a cabo. 

Lo hace a la manera de los trovadores medievales y como un tributo ingenioso al juego de rol que la película adapta. Uno de los puntos más altos de la producción es haber logrado traducir, con inteligencia y buen gusto, la experiencia interactiva de uno de los juegos de mesa más populares de todos los tiempos.

Los personajes — como no, un variopinto grupo de héroes que corresponden a los estereotipos de una clásica partida de rol — son un reflejo fiel del pasatiempo en tablero.

Doric (Sophia Lillis) tiene el conocimiento de los árboles, la sabiduría de los druidas y un singular resquemor contra los seres humanos.Xenk (René-Jean Page), es heroico pero torpe, y Simon (Justice Smith), todavía no confía del todo en sus poderes. Cada uno de ellos, serían en cualquier otra historia antagonistas, enemigos o incluso, por separado, alivios cómicos. Pero el guion de Dave Arneson, John Francis Daley, Jonathan M. Goldstein, E. Gary Gygax y Derek Kolstad enaltece las diferencias en beneficio de la aventura. De la misma manera que en el juego, todos terminarán por completar entre sí un trayecto extraordinario a través de un mundo fantástico levemente genérico.

Sophia Lillis es Doric
Chris Pine es Edgin

Pero el argumento, que sabe que debe competir con universos mayores como la trilogía de “El señor de los anillos” y “La rueda del tiempo”, se aleja como puede de la comparación. La premisa se enfoca en lo que hizo célebre al juego en la década de los ochenta y que le llevó a convertirse en un ícono de la cultura pop.

La película reinventa la historia desde la buena voluntad, el ingenio y la diversión en estado puro. “Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones” no se toma en serio, pero sí sabe hacia dónde se dirige. Con la misma habilidad que los mapas trazados por Dungeon Master experto, la trama recorre misiones subterráneas y bosques con poblados que se asientan entre sus ramas. 

En vuelo alto hacia la fantasía

No obstante, el núcleo de la narración es muy concreto. La camaradería, la amabilidad y la ternura de un tipo de diversión despreocupada, bien construida y mejor narrada, que se basa en cierta inocencia. La película, que no trata de ser nostálgica, lo es casi por contraste. Con sus chistes y juegos de palabras, guiños cómplices e ingenuos enigmas, está más cerca del entretenimiento encantador de “Los Goonies” que de la grandilocuencia épica.

Estos héroes de ocasión que van en busca de una chica secuestrada y que deben enfrentar a Forge (Hugh Grant) en una partida de ingenio, solo quieren divertirse. Y lo logran, desde la sencillez de una propuesta que no se atiene a reglas — aunque hay muchas sugeridas — y sabe que su principal fortaleza es su sutil pero inteligente sentido de la dignidad y la diversión.

Hay mucho del original “Dungeons & Dragons” en esta épica en miniatura, con recursos limitados, pero lleno de un sentido de lo auténtico que conmueve. A medida que el enorme mundo que el guion insinúa se vuelve más peligroso, los héroes deben comprender sus cualidades. ¿Y cuáles son esas? El argumento tiene el buen gusto y mejor intuición para no crear copias de las conocidas figuras del juego creado por Gary Gygax y Dave Arneson, sino brindarles una merecida evolución.

De modo que el pícaro se hace un líder capaz, la druida desconfiada encuentra una forma de expresar una profunda lealtad, el héroe torpe se convierte en un hombre en busca de su propósito y el mago sin recursos en puro corazón. Poco a poco, “Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones” deja atrás los mapas y guías de personajes, para convertirse en una historia brillante y sólida acerca de las buenas intenciones. En especial, hacia dónde puede llevarte el dar un paso atrás cuando la codicia es la gran tentación a vencer. 

Michelle Rodríguez es Holga
Hugh Grant es Forge

Con todo, la película es casi en exceso larga para su buena salud. Con dos horas y algo más de duración, tropieza en el subrayado de sus ideas básicas y en la forma de narrar su versión sobre la fantasía. A falta de recursos, hay carcajadas.

Sin embargo, no siempre un buen chiste podrá sustituir un paisaje que se detalla pero permanece oculto. La película lucha constantemente con una premisa ambiciosa que no se completa del todo. Y aunque la mayoría de las veces gana el pulso con efectos digitales decentes y un apartado fotográfico radiante, en ocasiones es inevitable imaginar que se trata de una aventura que se queda a medias.

A pesar de eso, triunfa. “Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones” no tiene grandes pretensiones, pero sí intenciones amables para un público que sabe qué esperar. ¿Qué mejor homenaje para los fanáticos que sonreirán por los constantes guiños a los mapas, dados y disfraces?

Protagonistas: Chris Pine, Michelle Rodríguez, Regé-Jean Page, Justice Smith, Sophia Lillis, Hugh Grant, Daisy Head y Chloe Coleman.



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