Venezuela, como otras naciones que forman parte de la Organización Mundial de la Salud, aún mantiene la alerta epidemiológica por la presencia de posibles casos de viruela del mono, símica o mpox (como la bautizó la OMS), una enfermedad que ocasiona cuadros febriles y síntomas similares a otros males endémicos en el país, como el dengue o el paludismo, e incluso como los que causa el coronavirus.
La médico internista Carolina Izquierdo González indicó que la OMS declaró en julio del 2022 la emergencia de salud pública mundial por el brote de esta infección viral y, aunque las cifras oficiales solo arrojan una incidencia de tres casos en el territorio nacional, los especialistas mantienen los protocolos de diagnóstico clínico, medidas preventivas y de bioseguridad para el manejo de pacientes sospechosos.
La especialista que forma parte del equipo del Grupo Médico Santa Paula explicó que la viruela símica es una enfermedad viral infecciosa que da síntomas parecidos a la gripe: fiebre, dolor de cabeza, de garganta, musculares y de espalda, pero, tiene algo que la distingue de la viruela humana, que es que inflama los ganglios linfáticos.
«En las unidades de emergencia, los posibles casos deben ser atendidos en un área de aislamiento y quienes acuden con cuadros febriles deben ser interrogados y examinados, para detectar posibles lesiones en la piel, las que también hay que saber diferenciar de otras eruptivas y preguntar si hay dolor o picor. En el caso de la viruela símica la lesión es dolorosa”, expresó.
Las ronchas de la viruela del mono
Además de afectar los ganglios, la viruela del mono se caracteriza por la presencia de una erupción como manchitas rojas, que generalmente aparecen en la cara, palmas de las manos y palma de los pies, entre el tercer o cuarto día desde que el paciente comienza sentirse mal.
Agregó la internista que estas manchas o mácula, como es el término médico, evolucionan a pápula, como una ronchita, y luego aparece una vesícula, que es una lesión cutánea con líquido (parecida a la de la lechina). La siguiente fase es la aparición de la pústula, donde el líquido ya es pus y, finalmente, se convierte en costra.
Añadió que “estas lesiones, hasta que no se secan y sale la cicatriz, son igualmente contagiosas tanto como las gotas de saliva del paciente, o la sangre y la orina, por lo que el médico debe ser especialmente cuidadoso en el examen clínico y evitar el contacto con ellas. En caso de tener líquido la ronchita, la muestra debe enviarse al INH para su análisis, el diagnóstico se confirma a través de una prueba PCR”.
Es imprescindible que para atender a posibles pacientes con viruela del mono, el especialista se coloque su traje de protección, lentes, tapabocas y gorro para tomar la muestra, ya sea del líquido o el raspado de la mácula.
Tratamiento y cuidados
La doctora Izquierdo recomendó que en “casa el paciente debe estar totalmente en aislamiento, y sus objetos personales, como utensilios para comer y los de aseo personal, tienen que ser apartados del resto de los del grupo familiar y ser lavados con agua y jabón. La ropa y sábanas también es necesario manipularlas con guantes puestos y lavarlas separadamente.
Además, es conveniente mantener las lesiones húmedas y con vendaje, para que el virus no se propague y aplicar Calaminol, como en los casos de lechina.
Añadió que “el tratamiento es sintomático, es decir, ibuprofeno, acetaminofén, paracetamol. Generalmente no requiere hospitalización, pero hay pacientes que pueden agravarse con fiebre que no cede, diarrea, vómitos, deshidratación”.
La especialista Izquierdo refirió que en la emergencia del GMSP, en casos de pacientes con sospecha de padecer esta enfermedad, se atienden en unidades de aislamiento, y de llegar a presentar complicaciones, cuenta con una Unidad de Terapia Intensiva equipada, al igual que un servicio de hospitalización que posee un área especial para la atención de pacientes con este tipo de infecciones virales. En caso de requerir apoyo, pueden llamar al SOS (Servicio de Orientación de Salud al Paciente) (0414) 2784287 para evitar trasladarse hasta la emergencia y evitar desplazamientos innecesarios.