El diseñador español Paco Rabanne, conocido como el «metalúrgico» de la moda, falleció el viernes a los 88 años. Rabanne fue un innovador que introdujo el uso del metal en la moda, creando vestidos hechos de placas metálicas y plástico. Esto le dio un nombre aparte en el mundo de la moda, que pervive aún hoy en la casa que lleva su nombre.
Además de su trabajo como diseñador, Paco Rabanne fue un adepto al esoterismo y provocador, con una visión atrevida e innovadora que lo llevó a éxito. Nacido en San Sebastián en 1934, comenzó a trabajar con Cristóbal Balenciaga y luego se lanzó por su cuenta al mundo de la moda. Su primera colección, presentada en 1966, causó sensación y fue el principio de una exitosa variante.
En 1968 Rabanne firmó un contrato con la marca de perfumes española Puig, con el que lanzó su primer perfume, Calandre, que tuvo un gran éxito. Puig terminó comprando totalmente la marca Paco Rabanne en 1986, y desde entonces se ha centrado en el prêt-à-porter.
Rabanne también trabajó para el cine, encargándose del vestuario de películas como «Dos o tres cosas que sé de ella» de Jean-Luc Godard o «Barbarella» de Roger Vadim. Además, creía en la reencarnación y afirmaba haber visto a Dios y haber recibido la visita de extraterrestres.
Paco Rabanne fue un innovador que trajo una nueva visión a la moda, un espíritu rebelde que sigue presente en la casa que lleva su nombre. Su legado seguirá vivo para siempre en la industria de la moda.