Amazon acaba de ser condenada por la justicia española por contratar a 2.166 repartidores independientes en lugar de empleados. Según una sentencia emitida el jueves por un juzgado madrileño, estos trabajadores eran considerados «falsos autónomos» y Amazon deberá regularizar la situación de estas personas mediante el pago de sus cotizaciones a la Seguridad Social.
Según el sindicato UGT, que inició el procedimiento judicial contra Amazon, el coste de esta medida debe ser de «varios millones» de euros. Esta condena es la primera que recibe Amazon por su modelo laboral, llamado Amazon Flex, donde los repartidores eran obligados a trabajar con su propio vehículo para repartir paquetes.
Esta decisión supone un avance importante en el respeto de los trabajadores que prestan servicios en plataformas digitales, y coincide con la aprobación de una posición común por parte de los eurodiputados para reforzar los derechos de los trabajadores de plataformas digitales como Uber y Deliveroo.
Amazon ha confirmado que respetará la decisión de la justicia española, aunque presentará un recurso. La empresa también ha indicado que el programa Amazon Flex ya no existe en España desde abril de 2021.