¿Podrá Mbappé heredar el trono?


La final del Mundial, no queda duda, dejó muchos elementos para analizar. Todos coincidimos, con el respeto de nuestros mayores, que no hubo una definición de un campeón del mundo tan intensa y apasionante como este Argentina – Francia.

Sin embargo, una vez concluyó la fiesta, el día después nos dejó abierto el debate acerca del tema de quién es el mejor futbolista del mundo en la actualidad. Si bien el Mundial es apenas un evento para establecer parámetros de comparación, la verdad es que todo lo que se disputó en estos días por Catar representan un baremo muy relevante para establecer comparaciones y definiciones.

El debate más regio surge acerca de, una vez Liones Messi consagrado como el mejor de todos los tiempos al levantar, por fin, la Copa del Mundo, quién será su sucesor. Cristiano y su campeonato tan pobre, en el que claudicó en lo futbolístico y lo personal, en medio de todo su rifirrafe con Manchester United, cedió los últimos kilómetros de frontera en esa batalla por conquistar el cetro del mejor futbolista del mundo.

Sin embargo, la final del mundo dejó a Kylian Mbappé, con sus cuatro goles, como el heredero evidente del trono que pueda estar dando Messi, quien aunque aún tiene municiones disponibles, su habilidad en el armamento ya comienza a quedar eclipsado por el atacante francés. Hacer cuatro goles en una final de Copa del Mundo, con apenas 24 años, y todos los números alcanzados permiten pensar que puede pulverizar los récords que ostentan los líderes históricos de los mundiales.

Sí, tiene el talento y las cifras para destronar a todos y ser el mejor del mundo, si es que aún hay quien ose a pensar que no lo es. Sin embargo, a muy criterio propio, a Mbappé y a Erling Haaland, los dos candidatos a destronar el poderoso contrapunteo Messi – Cristiano, les falta algo que nada tiene que ver con su talento ni, ni su capacidad goleadora, ni sus descomunales números: el carisma.

Neymar, quien pudo ser el sucesor del trono que compartían el argentino y el portugués, con todo y su pasaporte brasileño y sus filigranas, nunca pudo alcanzar a los reyes y hoy se convierte en un espectador de lo que el francés y el noruego están haciendo. Y justo él, tan carismático, no pudo calar hondo en las aficiones mundiales. Ahí está la pregunta: ¿Podrá Mbappé alcanzar el corazón de todos en el mundo? Se ve difícil.

El carácter apagado y hasta desentendido de Kylian puede jugar en su contra. Más allá de los contratos que ya le llueven y seguro le vendrán en abundancia. Mbappé no parece estar muy interesado en alcanzar ese trono: el de ser admirado, querido, amado. No veo a un mundo entero desear que Francia gane un mundial solo porque tiene a Mbappé en sus filas, como muchos sí lo querían en el caso Messi – Argentina. Depende del propio atacante ganarse el cariño de la gente y creo que le vale medio eso.

El mundo tendrá a una máquina de fútbol como Mbappé. Insisto: pulverizará todos los récords, tendrá los mejores números, se casará de hacer goles, pero difícilmente alcance el olimpo de los futbolistas idolatrados.

Seremos privilegiados en disfrutar de él, pero el mundo futbolístico seguirá buscando un nuevo Dios.



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